¿Y si te dijera que puedes ganar dinero mientras ayudas a construir un mundo mejor? No, no es un eslogan vacío ni una utopía. Es la realidad de las inversiones sostenibles, una nueva forma de hacer crecer tu capital sin renunciar a tus valores.
Así que, si estás buscando una forma de invertir con sentido sin perder de vista la rentabilidad, no te vayas muy lejos. Porque aquí vas a encontrar todo lo que necesitas para maximizar tu rentabilidad mientras ayudas a mejorar el planeta.
¿Qué son las inversiones sostenibles?
Las inversiones sostenibles son mucho más que números. Es un enfoque financiero que busca rentabilidad, pero siempre teniendo en cuenta el impacto en el mundo.
Es decir, se trata de invertir en empresas, proyectos o activos que generan beneficios económicos mientras contribuyen a un futuro más justo y sostenible.
Ya sea desde el punto de vista social o medioambiental.
¿La clave? Alinear tus valores con tus decisiones financieras. No se trata solo de hacer crecer tu dinero, sino de hacerlo con propósito.
Por eso, las inversiones sostenibles son una declaración de principios en toda regla.
¿Quieres saber cómo puedes unirte a esta nueva visión financiera? A continuación te mostramos algunas opciones.
Tipos de inversiones sostenibles
El auge de las inversiones sostenibles ha dado lugar a una gran variedad de productos financieros que permiten alinear tus objetivos económicos con la sostenibilidad ambiental y social.
¿Te gustaría saber cuáles son? Aquí van algunos de ellos:
1 – Hipotecas verdes
Préstamos para viviendas sostenibles o reformas que mejoren la eficiencia energética. Además de cuidar el medioambiente, ofrecen tipos de interés más bajos.
2 – Depósitos verdes
Productos de ahorro donde los fondos recaudados se destinan a proyectos sostenibles, como las energías renovables o la eficiencia energética.
3 – Cuentas bancarias verdes
Cuentas que garantizan que el dinero depositado se utiliza para apoyar iniciativas y proyectos responsables con el medioambiente.
4 – Planes de pensiones sostenibles
Planes de pensiones que invierten en empresas con altos estándares ASG (ambientales, sociales y de gobernanza), buscando un crecimiento financiero y social a largo plazo.
5 – Acciones sostenibles
Invertir en empresas comprometidas con la sostenibilidad, como las que operan en el sector de las energías renovables, la tecnología limpia o la gestión eficiente de recursos.
6 – Fondos de inversión verdes
Vehículos de inversión colectiva que agrupan el capital para financiar proyectos sostenibles, como la construcción de parques eólicos, la instalación de placas fotovoltaicas o infraestructuras ecológicas.
7 – Bonos verdes
Títulos de deuda emitidos para financiar proyectos relacionados con la transición energética, la mitigación del cambio climático o la conservación de recursos naturales.
Invertir en estos productos te permite contribuir al cambio, pero también diversificar tu cartera con opciones respaldadas por la creciente regulación sostenible.
Beneficios de apostar por las inversiones sostenibles
Invertir de manera sostenible no solo tiene sentido para el planeta, sino también para tu bolsillo. De hecho, cada vez más inversores están descubriendo que es posible obtener buenos rendimientos sin comprometer sus valores.
Pero, ¿por qué están ganando tanta popularidad las inversiones sostenibles? Aquí van algunas razones:
Rentabilidad con impacto
Uno de los grandes mitos de la inversión sostenible es que implica sacrificar rentabilidad en favor del impacto positivo. Sin embargo, los datos nos dicen lo contrario, ya que tienden a igualar o incluso superar el rendimiento de las inversiones tradicionales.
Por otro lado, los sectores como las energías renovables, la movilidad sostenible y la eficiencia energética están en pleno crecimiento, lo que convierte a las inversiones sostenibles en una apuesta sólida para el futuro.
Diversificación
Al invertir en activos sostenibles, los inversores pueden diversificar su porfolio y protegerse frente a la volatilidad de los mercados tradicionales.
Además, estas inversiones tienen un comportamiento menos cíclico, lo que significa que pueden mantener su valor incluso en tiempos de incertidumbre económica.
Futuro asegurado
Los gobiernos de todo el mundo están promoviendo regulaciones que favorecen la transición hacia una economía más verde, lo que garantiza su relevancia a largo plazo.
Una prueba de ello es que los bancos y los grandes fondos de inversión están destinando cada vez más capital a las inversiones sostenibles.
Satisfacción personal
Más allá de los números, invertir en proyectos que generan un impacto positivo aporta una satisfacción difícil de encontrar en otras opciones financieras.
Y eso, sin duda, es una motivación extra para cualquier inversor consciente del mundo en el que vivimos.
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