Introducción
Las diferencias entre crowdlending y crowdfunding
¿Qué es el crowdfunding?
Es una forma de inversión en la que se reúne a numerosos inversores, habitualmente en una plataforma especializada, a través de la cual estos hacen pequeñas aportaciones que en conjunto conforman el capital necesario para llevar adelante el proyecto.
Existen distintos tipos de crowdfunding: donación, recompensa, inversión y préstamo
Crowdfunding de donación
Los inversores aportan el capital de forma altruista. Simplemente, porque quieren apoyar el proyecto. Esto ocurre sobre todo cuando se invierte en empresas que no obtiene beneficios económicos, se alinea con alguna lucha social con la que empatiza el inversor, etc. Su duración suele estar alrededor de 3 meses.
Crowdfunding de recompensa
Es la forma de crowdfunding más conocida y la que más se diferencia del crowdlending. En este caso, por la inversión, los inversores reciben algo a cambio (no es monetaria). Normalmente, el tipo de recompensa varía según la cantidad aportada al fondo. Así, los que más aporten capital obtendrán unos beneficios superiores a quién aporta una cuantía inferior. Los beneficios dependen del tipo de proyecto, por ejemplo, podría ser una muestra de producto, salir en los créditos, regalos exclusivos, etc.
Crowdfunding de inversión
Parecida al crowdfunding de recompensa, sin embargo, en este tipo se ofrece al inversor ser parte de la organización que ha sido financiada. Por otro lado, las aportaciones de este tipo de crowdfunding son más altas que en la recompensa.
Crowdfunding de préstamo
En este caso, el inversor presta su dinero a cambio de un interés que él mismo establece. Así, se le debe devolver en el tiempo estipulado la inversión y el interés que hayan acordado. Esta figura es el conocido como crowdlending, aunque hay debate en el sector pues, pierde la esencia del crowdfunding, por lo que muchos lo consideran una figura independiente.
¿Qué es el crowdlending?
Antes de dejar que el experto nos exponga desde su experiencia y opinión lo que es para él esta modalidad de inversión, daremos una breve introducción para quien no conozca el crowdlending.
El crowdlending es una forma de financiarse (aunque hay debate entre si es una forma de crowdfunding), como empresa o proyecto, de forma colectiva. Normalmente, son empresas cuyo modelo de negocio o propuesta de valor es novedosa, por lo que les resulta complicado acceder a préstamos bancarios. Así, solicitan financiación a un grupo de inversores, a cambio de un retorno con intereses.
Este tipo de forma de invertir tiene ventajas y desventajas. Aunque esto ya nos lo explica Buscador incansable del Tiempo.
Opinión de Buscador incansable del Tiempo:
Que el crowdlending ha llegado para quedarse es una frase que lejos de ser lapidaria es una gran verdad. Todo aquello que aporta soluciones a los problemas del ser humano tiene un recorrido existencial y el relativamente reciente camino de este modo de financiación despunta con un futuro brillante.
En este artículo, que enfocaré desde mi punto de vista como pequeño inversor privado, es necesario empezar por dar la razón a que sí, a que tiene mala fama. No son pocas las plataformas de crowdlending que han sucumbido a los problemas macroeconómicos, como pudo ser el covid o puede llegar a ser la guerra en Ucrania, como los inherentes problemas micro, en la misma gestión del día a día del originador, concepto que se refiera a la empresa que gestiona ese capital privado para hacer negocio.
Pero antes de comentar algunos riesgos, creo que es de justicia hablar de los puntos fuertes de este vehículo de inversión. Y es que el crowdlending ofrece unas rentas extremadamente pasivas (sí, nada es pasivo al 100%) con un rendimiento del capital que supera holgadamente el diez por ciento. Una buena plataforma que de soporte a un originador con experiencia, auditado, con beneficios recurrentes y que ha superado cisnes negros como el covid, y que de un 12, 13 o 14% anual es demasiado golosa como para dejarla pasar.
Me gusta porque además de que el originador sea robusto, no es difícil buscar ciertas garantías que, si bien no son infalibles, ayudan mucho a que el inversor confíe en este vehículo de inversión. Hablamos de garantías que aseguran, a priori, nuestro capital. Pongamos el ejemplo de un originador que otorga préstamos personales a sus clientes. Clientes que muchas veces, en todo o en parte, están excluidos del circuito habitual del dinero, los bancos tradicionales.
Ese originador da un préstamo, que se financia con el capital privado de pequeños inversores. Si ese cliente no acaba devolviendo el préstamo en tiempo y forma, nosotros sí recuperaremos el capital más los intereses. Es el denominado buyback, o garantía de recompra, con la que es el originador el que se responsabiliza del impago.
En ciertas plataformas, como pueden ser las dedicadas a financiar operaciones de real estate, podemos encontrar garantías muy potentes como hipotecas exclusivas u otras garantías personales de los empresarios que reciben los fondos.
Por eso me gusta mucho el crowdlending: Porque sabes lo que vas a recibir en el mismo momento de la inversión. Entregas un capital, recibes un rendimiento garantizado. Bueno, bonito y barato. No se trata de que tu inversión pueda ser rentable o no. Lo es desde el primer momento.
Pero… ¡Ay, siempre hay un pero! Una vez leí que lo que va después del pero, siempre es una mierda, perdóneseme el tono, por otro lado, necesario. Y es que el crowdlending tiene riesgos, algunos de ellos muy importantes. Es algo extremadamente joven y por serlo está,
aún, poco regulado. Algunas plataformas empiezan a dar los primeros pasos en este sentido, la regulación significa madurez. No excluye que podamos perder el capital, pero sí que es una garantía de que seguirán protocolos de información, de buena gestión, de responsabilidad en caso de quiebra de las mismas… que no de sus originadores.
No olvidemos que la empresa puede hacerse cargo de los impagos, pero si estos son masivos (una guerra, el covid, ponga aquí cualquier evento imprevisible, generalizado y de alto impacto) puede provocar la quiebra de la empresa. Y ahora vete a buscar tu capital en entornos internacionales. Un lío.
En este breve relato sobre mi opinión personal sobre el crowdlending, me gustaría terminar con un bonito deseo que creo puede hacerse realidad. Muchos buscamos la Independencia Financiera, y el comprar activos que no dependen de la volatilidad de la bolsa es algo
primordial, véanse los tiempos que corren en renta variable. Los dividendos, las viviendas en alquiler, han sido y podemos decir que serán soportes importantes de quien busca ingresos pasivos o semi pasivos como medio de subsistencia.
Creo que el crowdlending está destinado a unirse a ese selecto club de las rentas como martillos pilones. Falta regulación, falta experiencia, falta en definitiva tiempo para que, lo que hoy ya es una realidad, acabe consolidando como un vehículo de inversión al nivel de los relatados: Donde algo puede salir mal, pero lo habitual, es que salga bien.
Sigamos caminando.
Desde aquí quiero agradecer el aporte de Buscador incansable del Tiempo a este artículo, desde luego es una opinión personal que no me deja indiferente.
Una vez comprendidas las diferencias entre crowdlending crowdfunding pasaremos a explicar qué es Crowmie y por qué vamos un paso más allá que estos dos vehículos de inversión.
¿Qué es Crowmie?
Crowmie es una plataforma de inversión colectiva especializada en proyectos de energías renovables. Viene a solucionar problemas de acceso a inversión de los proyectos energéticos con gran potencial, que no pueden salir a bolsa. Y también, facilitamos la inversión de pequeños y medianos inversores, que buscan obtener ingresos pasivos (sí, como obtener dividendos o alquilar una casa)
Los rendimientos asociados a nuestro tipo de producto son conservadores y se clasifican en dos tipos. Rentas mensuales cuya rentabilidad se sitúan de media en un 8 % (depende de cada proyecto, podría ser una cuantía superior). Y, por otro lado, al invertir en un proyecto, se te asocia unas participaciones digitales, que posteriormente puedes vender y obtener posibles plusvalías por el aumento de valor de la participación.
Ten en cuenta que los proyectos están en fase RTB (ready to build) por lo que cuando vayas a vender tus participaciones el proyecto estará en construido y generando rentas mensuales.
Tecnológicamente, vamos un paso más allá. Y es que esas participaciones digitales tienen forma de token, que puedes vender a otro inversor cuando quieras. ¿Por qué en token? Queremos facilitar la ruptura de barreras internacionales de inversión, convirtiendo la instalación energética en tokens nos permite ofrecer otros métodos de pago como USDT y BNB. Además de la seguridad en las transacciones, que nos aporta la Web 3.0.
Conclusión sobre las diferencias entre
crowdlending y crowdfunding
Las diferencias entre crowdlending y crowdfunding, se basa principalmente en el aura de la inversión, mientras que en una es altruista, en la otra se pretende obtener altos rendimientos por prestar capital.
Por otro lado, Crowmie es una plataforma de inversión colectiva, en la que puedes invertir en proyectos que te darán rentas mensuales (que no corresponde a la devolución de un préstamo ni tiene fin altruista).
Estas tres modalidades de inversión que hoy son disruptivas en el futuro (más presente que futuro) serán una forma más de invertir según los riesgos que estés dispuesto a tolerar y los sectores en los que quieras invertir.
Reitero mi agradecimiento a Buscador incansable del Tiempo por colaborar en este artículo e invito a cualquier persona especializada en el sector a colaborar en nuestro blog.
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