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Preguntas frecuentes

Nos centramos en proyectos fotovoltaicos de autoconsumo industrial en el que firmamos un PPA (Contrato de compraventa de energía) con la industria donde instalamos el proyecto, la cual tiene un rating financiero competente para afrontar los pagos a largo plazo.

En primer lugar, hemos creado alianzas estratégicas con instaladores y epecistas que se dedican a la construcción de los proyectos fotovoltaicos. Crowmie para ellos es el partner financiero con el cual pueden ofrecer a la industria una solución atractiva (PPA), que desde el minuto 0, ahorra energéticamente y financieramente más del 25%.

Una vez nos llega la información del proyecto vía nuestros Partners, el primer análisis que realizamos es el financiero, donde conociendo las principales características de cada proyecto, podemos modelar la operación para marcar nuestra rentabilidad objetiva y negociar un precio de PPA.

Seguidamente, realizamos el rating financiero donde estudiamos en cada caso la salud financiera de la compañía y entendemos el riesgo de impago que podemos afrontar con esta.

Una vez firmamos con el cliente industrial pasamos a validar la información técnica de ingeniería, donde cada una de las instalaciones tienen que cumplir con nuestros requisitos de calidad.

Aparte todo lo que firmamos, está supervisado por nuestro departamento legal de energía, Andersen.

De los cientos de proyectos que nos ofrecen, menos del 5% salen en la plataforma debido a los requerimientos que marcamos.

Cualquier inversor mayor de 18 años puede invertir en Crowmie siempre y cuando verifique su perfil y Crowmie lo valide.

Los inversores recibirán sus beneficios mensualmente una vez que el proyecto en el que han invertido comience a generar energía. Los retornos medios que ofertamos a los inversores de Crowmie son de un 12% anual.

Las rentabilidades que el inversor percibe son libres de comisiones, las cuales se pueden reclamar a su banco o reinvertirlos en siguientes proyectos que vamos financiando. Cuando el inversor recibe su retorno mensual en la plataforma, Crowmie procede a retener sobre los beneficios el porcentaje pertinente en función del domicilio fiscal.

Crowmie estructura sus oportunidades en la sociedad vehículo (SPV) española, Crowmie Asset Management SL, la cual su objeto es ser la propietaria de los proyectos que se financian por los inversores de Crowmie y es la que firma todos los contratos con los clientes industriales.

Es un vehículo completamente autónomo, que se encarga de operar y mantener los proyectos para que su rendimiento sea máximo. Los costes de Asset Management, Operación y Mantenimiento y Seguros están contemplados en cada uno de los modelos financieros y se descuentan de los flujos de caja que se generan por la venta de energía.

En términos legales, el producto financiero en el que se invierte es un préstamo participativo convertible, el cual se tokeniza (digitaliza) y obtiene el inversor una vez invierte en el proyecto.

Este contrato refleja todas las garantías que se ofrecen al inversor dándole el pleno derecho económico del proyecto en el que invierte, es decir todos los beneficios que se generan, se reparten a los inversores de cada proyecto.

El modelo de préstamo participativo convertible se puede encontrar en cada proyecto en el que se invierte y en el apartado contratos de cada inversor.

Toda la información de los proyectos la puedes encontrar dentro de la plataforma de Crowmie, pero puedes contactar con nosotros a través del mail info@crowmie si tienes cualquier pregunta.

El inversor siempre puede recuperar su dinero de dos formas, está habilitado el mercado donde el inversor puede vender sus participaciones a la propia comunidad y el Pool de Liquidez donde Crowmie ofertará un precio de compra al inversor.

La volatilidad del mercado energético no afecta a los inversores de Crowmie que invierten en proyectos fotovoltaicos de autoconsumo industrial con PPAs firmados, esto quiere decir que se sabe de forma predecible los ingresos que se van a generar durante la vida útil del contrato y eliminamos el riesgo del mercado energético.

La estructura que Crowmie ejecuta en los proyectos hace que el inversor esté protegido contra los impagos y que podamos asegurar los retornos estimados y que no se pierda el capital.

Cada proyecto cuenta con un aval bancario de 6 meses de la producción estimada del proyecto. A parte, tenemos el derecho de superficie de la localización donde se instala el proyecto y el punto de conexión a la red, lo que hace que podamos vender a otro cliente la energía que generamos o al mercado español durante 25 años.

Actualmente, el ticket mínimo de inversión es de 1.000€ para invertir en un proyecto de Crowmie.

Los retornos de los inversores no se ven afectados por el modelo de negocio de Crowmie.

La forma en que Crowmie gana dinero es facturando un 5% del coste de construcción del proyecto e invertimos un 3% de cada una de las operaciones que financiamos.

Una necesidad básica como la energía debe ser un activo básico en tu cartera de inversión.